Fractal

Pesadilla

Despertaba cada madrugada espantado por un terrible sueño del cual no recordaba nada. Solo por el tamborileo apresurado de su corazón y la lluvia sudorosa que empapaba la almohada suponía que se trataba de una pesadilla horrorosa.
Una mañana descubrió que sus orejas se estaban volviendo puntiagudas y que le crecían unos bigotes enhiestos. En ese momento recordó los colmillos afilados que mordisqueaban su cuello, la nariz helada pegada en su rostro y la baba espesa que mojaba su terso pelaje.
Sin lugar a dudas ese era el monstruo del que tanto había escapado en sus sueños. Hombre se llamaba.