Ayer es aquí

Ulises Avendaño

No es lo mismo escribir poemas que hacer poesía, se dice comúnmente en el ámbito literario. Más allá de formas y formalismos, se sobreentiende que no todo poema contiene poesía ni toda la poesía se encuentra en las palabras. Ulises Avendaño (1961) lo sabe, lo entiende y lo plasma en Ayer es aquí, libro que en este momento tiene entre sus manos mientras le da un vistazo a este escrito.

La poesía, en Ulises, también está en el silencio, en la reflexión, en posar la mirada sobre la vida, en 8 el día a día, en la búsqueda de la palabra que más se acerca a describir los instantes maravillosos que, de tan cotidianos, pasan inadvertidos ante quienes han perdido la sensibilidad y la capacidad de asombro. Recordar, rehacerse, caminar sobre nuestros propios pasos sabiendo que no llegaremos al mismo destino.

Fragmento del Prólogo de Eduardo Garay Vega

El otro lenguaje

Los sueños dicen,

habitan espacios no reconocidos,

son sometidos a juicios demoledores

siniestrados por las palabras

y el pensamiento de sus dueños,

entretejen figuras y conceptos;

una manera de sentir su eternidad,

no tienen medida ni líneas paralelas,

son los grandes biógrafos de la monotonía.

De nuestra necedad de recordar.

Trascienden con sus alas

números y parámetros,

su origen alquimista supone rumores

bajo la erosión de los párpados.

Son los viajeros de la noche,

juegan con los niños en la plaza

y acometen en la frágil edad de los ancianos.

Más profundo aún, llaman por segunda vez

a la inmóvil transparencia de las sílabas,

a las formas de un lenguaje primigenio

en plena luz de luna

en un silencio previo a todas las edades.